lunes, 16 de enero de 2017

Atrévete a despedir a tus miedos antes de que te amarguen la vida

¿TE GUSTARÍA LIBRARTE DE TUS MIEDOS?

¿CUÁLES SON TUS MIEDOS PREFERIDOS?
¿Cómo es que le das tanto poder a esos miedos?
¿De qué naturaleza están hechos?

Si no fueses a morir nunca, si supieses que nunca te iba a faltar lo esencial ni nada que fuese bueno para ti, ¿seguirías teniendo o agarrándote a esos miedos?
A buen seguro que NO.
Por consiguiente, ¿por qué dedicamos tanto tiempo y tanta energía a mantener en forma a esos miedos que nos aprisionan el alma y nos impiden ser nosotros mismos?
Por cierto, los miedos son creaciones propias, no del vecino.
Creo que los miedos son ausencia de amor propio, esto es, carencia o déficit de auto estima. Cuando nos amamos creemos en nosotros mismos, y al creer, sabemos que podemos contar con nosotros mismos. Sólo aquel que duda de sí mismo, que se ningunea o se malmete, se rebaja hasta el punto de sentir miedo.
A veces, escogemos el tener miedo por costumbre… (cosí fan tutte: así proceden todos). Mira a tu alrededor, ¿hay alguien que no esté asustado? ¿Hay alguien que confía tanto en sí mismo que se dice algo así como: “Si otro puede, yo también.”

Con cada triunfo creemos espantar a la muerte.

Con cada fracaso creemos caer en sus brazos.

Lo cierto es que la muerte física es inevitable. Ergo, ¿por qué no nos dedicamos pues a vivir mientras estamos vivos?

Nos pasamos la vida pre-ocupados en cosas que, las más de las veces, no suceden. ¿Por qué no emplear ese ‘pre’ en cosas más productivas, como por ejemplo diseñar estrategias para lograr nuestras metas, hacer realidad nuestros sueños?

La sociedad (conjunto de seres humanos), se afana en inocular el miedo porque no hay virus más eficaz descubierto, hasta la fecha, para desbarajustar el sistema inmunológico del alma humana: la deja hecha unos zorros. Al miedo se apunta incluso el propio miedo.
Tenemos miedo al ostracismo (a que los demás nos den de lado o al no caerles bien). ¿Por qué? Ni tan siquiera Dios puede caerle bien a todo el mundo. 
Hace poco me escribió una mujer porque, al haber ojeado uno de mis libros (La Maldición de Eva, Planeta 2006), decidió no sólo no seguir leyéndolo sino escribirme para echarme en cara que soy una misógina pues, según ella en ese libro, digo que la mujer víctima de una mala relación no la escoge. En verdad, tiene razón: yo soy de la opinión bien fundamentada de que nadie nos hace nada que no le permitamos. Bien, al no bajar la cabeza ante sus desmanes mensajeriles hacia mí (se permite faltarme al respeto, critica al coaching pero ella ha sido coach –pero lo hacía gratis-), acabó por decirme que yo carecía de dignidad y que no había sabido responderle con ingenio a pesar de ser una escritora. Obviamente, de haber sido yo una damisela asustada que va por la vida haciendo la pelota a la gente –tratando de quedar bien o de no quedar mal con los demás-, hubiese agachado la cabeza y hubiese tratado de contemporizar con ella.
De entrada, yo jamás le hubiese escrito a un escritor para decirle que su libro es una ‘m’ sin habérmelo leído. Literalmente ella me dijo que, a su parecer, había escrito el libro para pegar un pelotazo. Asimismo, me escribió una serie de 'insultos' de esos que, a ella de habérselos dicho alguien, la hubiesen sumido en la miseria. 


No puedo gustar a todo el  mundo. Y, no por ello dejaré de decir mi verdad.

Muchas personas se me duelen en consulta de que no pueden ser auténticas.
No es cierto que no podamos serlo, escogemos escondernos por MIEDO. Por miedo a decepcionar a los demás, contrariarlos, asustarlos, o… Esta costumbre la bauticé como ‘auto ostracismo’.
Por miedo una persona asfixia su yo verdadero y luego se lamenta del asfixie y de que no encuentra gente auténtica.
¿Cómo van los leones a reconocer a otro león si éste se ha enfundado un disfraz de gacela, cocodrilo, avestruz o… cebra?
Es más, ¿cómo puede saber ese león disfrazado que los otros leones son verdaderos leones y no, pongamos por caso, hienas disfrazadas de león?

La autenticidad es más poderosa que el disfraz.

Mejor despedir al miedo y amarse como nadie te amará.
¿Miedo?
¿Qué te proporciona? ¿De qué te libra o deja a salvo?
Recuerda algún ‘miedo’ del pasado.
¿Qué sucedió?
Seguramente todo se solucionó de una manera u otra. Tu vida siguió adelante, quizá mejor o al menos, diferente. Quizá has mejorado gracias a ese ‘evento’ hijo del miedo.
En mi caso, temía que me cesaran pues era muy brillante y nada dada a hacer la pelota al director general (mi jefe y quien me había contratado como directiva). Al final, mis miedos tomaron carne de realidad, y fui cesada. En verdad, me impulsaron hacia mi destino.
He superado eventos complicados, he salido más reforzada. Así que, cada vez, que voy a sentir miedo, en vez de lanzarme a sus brazos o dejarme atrapar en sus redes, me digo: ‘Vamos a ver, pasé esto y aquello, superé esto y aquello… Si fui capaz entonces, también ahora lo seré’.
Asimismo, me recuerdo que hay solución para todo menos para la muerte.
A veces, me preguntan si no tengo miedo a la muerte. Suele responder que, de tenerlo, ¿en qué cambiaría el resultado? En nada. Si es algo inevitable y por el que pasa todo el mundo, pues yo también. Además, mis propias creencias espirituales me hacen llevadero el tema pues creo que nos espera la Luz Divina, por eso procuro hacer el bien a los demás, o al menos, no hacer el mal.

Imagina que estás al final de tus días en la Tierra, PREGÚNTATE lo siguiente:
a)     ¿Qué querrías llevarte contigo?
b)     ¿Qué miedos, rencores, sinsabores… te podrías haber ahorrado?
c)     ¿Qué no querrías haberte perdido?

A la luz del momento final, todo cambia: lo esencial sobresale y lo superfluo se desvanece.
Vive tu vida con amor a ti mismo y deja de alimentar el miedo, es una pérdida de tiempo.

Si te ha gustado, por favor, compártelo, el Universo te lo agradecerá¡¡¡
Y, yo. Muchas gracias hadadas por leerme.
Si necesitas Hadamadrina para que te enseñe a superar tus miedos, ser la mejor versión de ti, hacer estrategias (aprender a salir a ganar en lugar de salir a perder...), sanarte, salir de una mala relación profesional o personal, o atreverte a dejar a tu pareja tóxica… 
Escríbeme a: info@rosettaforner.com


PD: Te recomiendo la lectura de PONTE LAS ALAS CUANDO LA VIDA TE DÉ CALABAZAS (RBA); SOY LO MEJOR QUE ME HA PASADO (RBA), ALAS DE LUZ (Booket, Planeta)…


LINK PROGRAMA 'LA VIDA EN ROSETTA':
¿Eres de las que se queja de las cosas que la vida le quita sin asumir su parte de culpa? @rosettaforner http://prnoticias.com/podcast/ondamujer/formacion/20159497-quejas-vida-sumir-parte-culpa